Intenté llegar a tiempo al cruce, pero no pude. La luz verde pasó a amarilla y de ahí a rojo. Dejé la carrera y terminé el recorrido andando. Cuando me paré esperando a que el semáforo se pusiera en verde alguien atrajo mi atención.
Una señora con una niña en brazos sobre un cartón. Ninguna tenía zapatos y apenas ropa de verdad, sino mantas. La mujer sostenía a la pequeña y le cantaba una nana en bajito. Me acerqué más.