jueves, 11 de agosto de 2016

Suelo llegar tarde

Llego tarde a la universidad, a casa, cuando he quedado, cuando tengo cita con el dentista o la peluquería, cuando tengo algo que recoger o entregar, en fin, a un montón de sitios en los que debería ser puntual.
También llego tarde a las personas. Suelo conocer más tarde de lo que debería a la gente que se vuelve importante para mi porque después alguno tiene que irse lejos. Por supuesto eso no me excusa de llegar tarde también a los te quiero, los nunca más y los adiós. Además suelo llegar tarde a ver películas, leer libros o conocer cantantes y grupos en los que podría haberme refugiado antes. Y por supuesto llego tarde a sentimientos a los definitivamente debería ser puntual. Como ser más fuerte, aunque fuera creérmelo, o estar más segura de mi antes que del universo. Supongo que por lo menos debería ser puntual en darme cuenta de ciertas cosas a tiempo y seguro tardaría menos en actuar, bien. 
En fin, llego tarde a muchas cosas y eso que tengo reloj, bueno tenía. Se me quedó sin pila hace semanas, casi un mes. Y creo que desde hace tiempo, a lo mejor menos de un mes, estoy siendo más puntual al menos en unas cosas. Algunos días la universidad, otros una canción, otros la cita con el dentista, y bueno, últimamente a sonreír a tiempo. Menos mal que para eso no había hora concreta, porque probablemente también habría llegado tarde.

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